Bienvenido al Reino de los Sueños. Y no nos referimos a tus añoranzas mientras duermes, sino a tus objetivos, tus más escondidos anhelos que se guardan en tu corazón sin saber si un día podrán ver la luz. Todo ello está representado por el Arcano Mayor XVIII, La Luna.
La Luna representa nuestro subconsciente. Todo cuanto nos produce miedo, añoranza, cariño, amor o sueño. Los recuerdos, los temores, las esperanzas y la inestabilidad futura vienen simbolizados en esta carta del tarot.
Las esperanzas y anhelos de La Luna
Tanto aquello que ya ocurrió, sea bueno o no, pero que dejó un poso en nuestra memoria, como los sentimientos y emociones que se ocultan en nuestro espíritu más profundo e íntimo, están simbolizados en el XVIII Arcano Mayor.
El propio subconsciente irracional que marca nuestro comportamiento más de lo que pensamos está implícito en esta carta. Tanto ese lado oscuro que a veces nos sorprende como esa parte más soñadora y esperanzada en un futuro mejor.
No obstante, todos guardamos un cierto miedo a lo desconocido. No es fácil enfrentarse a los propios temores que mejor guardados están en nuestra alma. Por ello mucha gente los rodea de escudos para que nadie salga ni entre. En ese oscuro lugar en lo más hondo y peligroso de la mente humana todo parece terrible.
No obstante, hemos de ser cuidadosos, pues La Luna es capaz de ofrecernos una imagen distorsionada de la realidad. No vemos lo que es, sino lo que parece ser.
Este Arcano Mayor nos invita a reflexionar, pues caminar bajo la luna puede ser precioso, pero también extraño, casi temible. La noche es el momento propicio para que surjan todos esos fantasmas que nos aterran. Un simple ruido, un movimiento extraño o una leve sombra de terror nocturno. Aún siendo fruto de la imaginación, no hace este paso más fácil ni más llevadero, pues nuestra mente juega malas pasadas.
La noche puede hacer que las dimensiones se desproporcionen. Una simple sombra pequeña se convierte en un enorme monte de negrura que nos absorbe y nos escupe. Ojo, pues lo necesario es saber matizar los efectos de la imaginación que viene propiciada por este Arcano.
La Luna en posición invertida
Si La Luna ya puede ser peligrosa siempre que nuestra mente no tenga la capacidad de matizar la imaginación, su aparición invertida será desastrosa. ¿Por qué? Porque podría suponer estados de irritabilidad exagerada, exceso de sensibilidad y susceptibilidad, la vía inmadura en una vida creada únicamente de sueños irrealizables o la auto abnegación.
Queda claro que la salida de La Luna en la tirada del tarot implica consciencia de la propia sentimentalidad, análisis de los sueños, escucha de nuestro yo interior y el mantenimiento de los pies sobre la tierra firme, sin dejarse llevar por los excesos imaginativos.
Los accesos de locura, amor conflictivo, negativismo, tensión, odio y delirio también vienen simbolizados en el XVIII Arcano Mayor de la baraja del tarot. Así como la angustia, el miedo a la oscuridad y la profundidad del mar e incluso la aberración inestable de la dramatización abusiva. Todos pueden estar representados en La Luna.