La vida sería imposible en nuestro planeta sin la luz. ¿Qué mejor representante de la iluminación en el mundo que El Sol? El astro rey nos provee de energía y cuanto necesitamos para sentirnos vivos. De ahí que este XVIIII Arcano Mayor sea una poderosa carta de tarot que nos da el calor tan necesario para no perder el ánimo y la sonrisa.
Si a nuestro mundo no llegase la luz, lógicamente viviríamos en un estado de oscuridad constante y permanente. Además, el calor solar nos permite que el planeta sea cálido, evitando que se suma en la tristeza y desolación. Gracias al gran astro proveedor de vida la Tierra rebosa de alegría. Nuestro vibra en exuberancia y permite el desarrollo vital de todos los seres que poblamos este rincón maravilloso del universo.
El Sol, un Arcano Mayor que realiza un trabajo sin fin
Además de la luz, El Sol alude al trabajo realizado a nivel personal. No obstante, en este sentido no se refiere únicamente al campo laboral. También simboliza el ejercicio mental y moral que hacemos sobre nosotros mismos.
Todo aquello que se realiza para evitar caer en el desánimo, la depresión y el desinterés se representa en el XVIIII Arcano Mayor del tarot. Así pues, una persona, cuanto más productiva, más moral posee, más alto es su ánimo y más ganas de hacer y crear tendrá.
Porque esta carta del tarot es pura vitalidad. Nos muestra el camino a seguir para alcanzar el éxito. Lograr los objetivos con energía, sin olvidar nuestro ego, siempre mesurado y en forma para crecer. Es una estrella diurna que nos guía con sapiencia en los duros senderos de la vida.
El Sol invertido, pozo de excesos
Como es habitual, toda realidad tiene dos caras de una misma moneda. Lo que puede ser bello y acertado, llevado al exceso, se convierte en sombrío y triste. Pasar la raya de la sapiencia puede provocar dolores inenarrables.
En este caso, con el Arcano Mayor número XVIIII, la maravillosa energía cálida que nos provee El Sol puede pasar a ser un desperdicio si la carta aparece invertida en una tirada de tarot. Además, recuerda que el exceso de luz y calor también provoca sequías y desaparición del agua, que es otra de las fuentes fundamentales de la vida.
También un exceso de luz, casi como si de un fogonazo se tratase, podría provocar quemaduras. Es más, levanta desiertos y cegueras en aquellas personas que no han sabido dotar a la luz recibida de la sabiduría necesaria para gestionarla como es debido.
Pero por otro lado, hemos de recordar que El Sol nos sugiere que disfrutemos de sus efectos beneficiosos. Todo ello sabiendo dosificar las dosis, sin abusos, aprovechando cada rayo de vida que nos llega desde el cielo.
En nuestra mano está ser agradecidos, captar cada rayo de luz que nos baja a diario, y aprender a usar su energía. El Sol es un poderoso Arcano Mayor que puede quemar todo, pero también nos ofrece la iluminación de la sabiduría que conduce a la verdad con amor, con luminosidad, con evolución, con crecimiento y con sentido común.