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La aventurina anti-estrés

Prácticamente todas las piedras tienen asociadas propiedades que las hacen únicas. Una de las piedras con más propiedades beneficiosas es el cuarzo, conocido por muchos como la piedra de la salud; se le atribuyen un amplio abanico de propiedades curativas. Pues bien, la aventurina es una variedad del cuarzo y muchos la conocen como la piedra de la eternidad.

Actualmente, vivimos en un mundo en el que hay cada vez más personas afectadas por enfermedades relacionadas con el estrés. Son muchas las personas que llevan un ritmo de vida caótico, tanto en lo laboral como en lo personal, de manera que su salud física y mental se ve resentida. Pues bien, la aventurina es la mejor piedra anti-estrés ya que proporciona muchísima paciencia y tranquilidad.

Su gran poder radica en que es capaz de absorber todas las energías negativas y transformarlas en positivas, proporcionando así un perfecto equilibrio entre la mente y el cuerpo. Además, a nivel psicológico, es una piedra que potencia un amplio abanico de habilidades clave tanto en la vida personal como profesional. Por un lado la empatía, la capacidad de ponernos en el lugar de los demás; no vivimos solos en el mundo, por lo que la empatía es una capacidad clave para convivir con los demás. Por otro lado, la perseverancia, indispensable para alcanzar nuestros sueños y objetivos y continuar por el camino de la vida hacia ellos. Y, por último, la capacidad de decisión; el camino de la vida está lleno de bifurcaciones en las que tenemos que decidir por dónde continuamos.

Ritual con la aventurina anti-estrés

Cuando estamos estresados, por ejemplo después de un duro día de trabajo, un ritual con aventurina es justo lo que necesitamos para sentirnos mejor y estar muchísimo más tranquilos a nivel físico y mental.

Lo primero que debemos hacer es escoger una estancia de nuestra vivienda en la que podemos estar totalmente tranquilos, en la que nadie pueda molestarnos. A continuación, encendemos un par de velas blancas, las cuales aportan muchísima paz y armonía a la estancia para que de esta manera las energías que nos rodean sean las deseadas.

Para comenzar con el ritual, nos vestimos con una prenda de algodón de color blanco, por ejemplo una túnica. Nos tumbamos en el suelo hacia arriba, con el cuerpo totalmente estirado y los brazos pegados a él. Luego, nos colocamos una piedra aventurina justo donde termina la garganta y otra debajo del pecho. Permanecemos tumbados en torno a media hora, mientras respiramos profundamente y dejamos que todas las preocupaciones y angustias se vayan de nuestra mente.

Una vez finalizada la sesión con aventurina, nos sentiremos muchísimo mejor, tanto con nosotros mismos como con los demás. Nos sentiremos más relajados tanto a nivel físico como mental.

Luego, las dos piedras que hemos utilizado podemos dejarlas en algún rincón de nuestro hogar para estar siempre rodeados de paz y tranquilidad.

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