Uno de los grandes debates que ha perdurado durante toda la historia es si el alma existe, o, por el contrario, no existe. Muchísimos expertos de distintas ramas del conocimiento han tratado de dar respuesta a esta pregunta, aunque todavía no hay nada que pueda demostrar a ciencia cierta que el alma existe o no.
Son muchos los que afirman que efectivamente el alma existe; y no únicamente en términos metafísicos, sino que se puede demostrar de manera científica. Señalan que el alma se encuentra dentro de la estructura cerebral y que incluso tiene un determinado peso; 21 gramos, los cuales mantienen nuestra conciencia activa cuando morimos.
La investigación del Doctor Stuart Hamerroff y Sir Rogen Penrose
Una de las últimas investigaciones que se han llevado a cabo ha sido la realizada por el médico estadounidense, el Doctor Stuart Hamerroff y el físico británico Sir Rogen Penrose. Ambos han desarrollado una teoría cuántica de la conciencia, la cual establece que nuestras almas se encuentran dentro de una serie de estructuras que reciben el nombre de microtúbulos, las cuales viven dentro de nuestras células cerebrales.
Ambos científicos comprenden el cerebro humano como un ordenador biológico, donde viven un total de 100 billones de neuronas y las conexiones sinápticas que se establecen entre las mismas como redes de información.
Pues bien, ambos científicos explican que las experiencias de conciencia que los seres humanos experimentamos a lo largo de nuestra vida no son sino el resultado que provocan los efectos de la gravedad cuántica en los microtúbulos. De esta manera, cuando las personas estamos muy cerca de la muerte, los microtúbulos pierden su estado cuántico; no obstante, toda la información que hay almacenada en los mismos no se destruye. Es decir, cuando morimos, nuestra alma no se muere, sino que regresa al lugar del que vino: el universo.
El Doctor Hameroff explica el proceso de la muerte como un momento en el que el corazón deja de latir y la sangre deja de fluir. Sin embargo, la información que a lo largo d e la vida se ha contenido en los microtúbulos no se destruye, sino que se distribuye por el universo. Por lo tanto, esta información cuántica sigue existiendo fuera del cuerpo humano de manera indefinida, como un alma.
Además, el Doctor Hameroff refuerza su teoría son las nuevas ideas sobre el papel que juega la física en los procesos biológicos de los seres humanos, como la navegación en pájaros.